Nuestro primer paso para diseñar la secuencia experimental, fue probar la combustibilidad de tres sustancias entregadas en clase: agua, acetato de calcio y etanol.
Comprobamos que las dos primeras sustancias no son inflamables pero si lo es el etanol. Luego utilizamos una solución saturada de acetato de calcio, que al mezclarlo con el alcohol, se formó una sustancia con una contextura parecida a la de un gel, a la que llamamos alcohol solido que sí es totalmente inflamable.
Por lo tanto, nuestra secuencia experimental para definir cuál es mejor combustible entre el alcohol sólido y líquido, consiste en colocar la misma cantidad de agua en dos tubos de ensayo y exponer ambos al fuego de cada uno de los combustibles, y así observar cuál de ellos es capaz de llegar al punto de ebullición del agua (100 °C) en menor tiempo. Aquel que sea capaz, será el mejor combustible.